Implantes dentales en la tercera edad

implantes dentales en la tercera edad

Los implantes dentales son una óptima elección para sustituir los dientes perdidos bien sea por la edad, por accidentes o por cualquier otra eventualidad. Los implantes, aparte de rellenar el vacío que ha dejado la pieza perdida, evitan que muevan los dientes colindantes y además se remedia la pérdida de hueso.

Las personas de edad avanzada tienen la idea preconcebida y absolutamente errónea de que los implantes dentales son sólo para la gente más joven, y se preguntan cuál es la edad límite para colocarse un implante. La respuesta es sencilla: no existe límite de edad.

Las personas mayores tienen una mayor probabilidad de haber perdido varios o incluso la mayoría de sus dientes. En este punto, la solución tradicional suponía el uso de una prótesis dental que, efectivamente, ayudaba a las personas a masticar y, por consiguiente, a comer un poco mejor.

Sin embargo, las prótesis dentales conllevan varios problemas de difícil solución. La mayoría de las veces las dentaduras postizas, los puentes y el resto de soluciones tradicionales se mueven al masticar o hablar, lo que resulta muy incómodo. Si no están perfectamente ajustadas, hacen que cosas tan corrientes como reír o charlar se conviertan en una tarea muy complicada. Por otro lado, el roce de las prótesis con las encías acelera la pérdida de hueso en la zona donde se ha producido la pérdida.

Los implantes dentales van sujetos a la mandíbula mediante tornillos de titanio y realizan la misma función que la raíz del diente. Una vez colocado el implante debe fusionarse con el hueso de la mandíbula. Se trata de un proceso natural que se conoce como oseointegración y que puede durar alrededor de 3 meses. En las personas de la tercera edad, el proceso puede ser un poco más lento, pero es igual de efectivo. Lo más importante en estos casos es seguir las indicaciones y recomendaciones de su médico.

Con la edad y la pérdida progresiva de dientes que no se han reemplazado se pierde masa ósea, pero incluso en esos casos puede realizarse el implante. La solución que se da a las personas que han perdido demasiado tejido óseo consiste en injertos y técnicas de regeneración de hueso en los casos en los que se necesite. Este proceso debe ser previo a la colocación del implante ya que éste precisa del hueso para permanecer en su lugar.

Un implante dental ofrece un diente con una apariencia absolutamente natural y se logra que el rostro mantenga el contorno evitando además la pérdida progresiva del tejido óseo. Para las personas mayores es una solución definitiva, ya que pueden volver a masticar, a sonreír y a hablar con total naturalidad y olvidarse de las incomodidades de llevar una de una dentadura postiza; en definitiva, volver a llevar una vida absolutamente normal.

Colaboración enviada por nuestra clínica amiga Clínica Dental Navarro

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

CONTÁCTANOS